No es un coche de patrulla al uso

Dada la abundancia de Bugattis, Ferraris y Lamborghinis que recorren con elegancia las carreteras de Dubai, no es de extrañar que la policía local tenga que seguir el ritmo de los supercoches. Para poder perseguir y detener con eficacia a los delincuentes de alta velocidad, es lógico que el vehículo oficial de la policía sea un Ferrari.

Después de todo, ¿de qué otra forma podría la policía perseguir e interceptar con éxito a los famosos velocistas? El despliegue de Ferraris por parte de todos los agentes de policía de Dubai parece derivar de la pura necesidad. Sin duda, montar en un Ferrari puede considerarse la ventaja más envidiable del trabajo, lo que aumenta el atractivo de servir como miembro de las fuerzas del orden en esta cautivadora ciudad.

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