Sin perros no hay peces

A lo largo de nuestra vida, nos hemos topado con multitud de fotografías divertidas en las que aparecen señales peculiares. Ya se trate de incómodas instrucciones para subir escaleras mecánicas o de listas de acciones prohibidas en los aviones, estos carteles instructivos nunca dejan de provocar risas y servir de fuente de diversión.

Además, estos carteles ofrecen una visión intrigante de la cultura de los lugares donde se exponen. La mera existencia de una señal de este tipo, que advierte contra un comportamiento específico, sugiere que la situación que motivó su colocación se produjo con la suficiente frecuencia como para merecer la atención oficial. Uno sólo puede imaginarse los cómicos escenarios que se desarrollaron, incitando al municipio a tomar medidas y abordar con humor el recurrente problema en cuestión.

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